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• 16 De marzo: Revolución de los Comuneros: Un día de mercado 16 de marzo de 1781 El Socorro encendió la llama libertaria. Lo celebramos con un Mercado Campesino y Desfile (conmemoramos, rindiendo homenaje a los labriegos, semilla de la emancipación).
•16 De Junio: Fundación del Socorro – Fiesta de la Virgen del Socorro (Patrona de la ciudad) – Fiesta Cívica y Religiosa (desfile, actos protocolarios y fiesta religiosa)
•10 De Julio: Independencia del Socorro – FIRMA DE LA PRIMERA ACTA DE INDEPENDENCIA. Festejamos con el Carnaval de la Independencia (Los socorranos, nos vestimos a la usanza de la época y en carrozas y comparsas recorremos las principales calles de éste heroico pueblo, para recordarle a Colombia, que en ésta tierra se forjó la libertad de la Patria.
•15 de Agosto: Primera Acta Constitucional. La ciudad del Socorro no sólo aportó a la causa libertaria, la vida de hombres y mujeres que empuñaron sus armas, sino también produjo valiosos documentos que establecieron normas para una tierra libre e independiente. Jornadas Académicas (foros, conferencias y mesas de discusión sobre éste y otros importantes documentos producidos en éstas tierras durante el proceso libertario).
•3ra semana de marzo: CONCIERTO NACIONAL: Homenaje a José A. Morales (celebración del natalicio del maestro morales)
•3ra semana de mayo: Feria comercial y ganadera.
•3ra semana de Agosto: Concurso Departamental de Danzas GÓZATE EL FOLCLOR
•3ra semana de Septiembre: Concurso Nacional de la Canción Inédita José A. Morales
2015 XXII versión "Regreso - Se premia con más de Once millones de pesos y la grabación de un CD a los 12 Finalistas: Autores y compositores de música andina colombiana por sus nuevas obras que acrecientan el pentagrama de la patria. De la misma manera premio y reconocimiento especial a los mejores intérpretes de la obra musical del “Cantor de la Patria”.
Igualmente durante éstas fechas se realiza la SEMANA CULTURAL JOSÉ A. MORALES con conciertos, concurso infantil y juvenil de intérpretes, teatro, danza y otras expresiones artísticas.
•3ra semana de Octubre: Concurso Nacional de Bandas Marciales ESCUCO DE ARMAS DEL SOCORRO
2015 XII versión - Se premia con más de Doce millones de pesos a las bandas finalistas en las Modalidades: Tradicional, Latina, Semi-Especial y Especial Abierta.
• 3ra semana de Noviembre: Feria comercial ganadera y equina grado “A” 101 AÑOS celebramos en el 2015
La Ciudad del Socorro es la cuna de la Ganadería Cebú en Colombia)
OTROS EVENTOS
Primera Semana de Noviembre: Encuentro Nacional de Patinaje AGUILAS COMUNERAS (Maratón, Festival y Parada) actividad que se ha realizado durante siete (8) años consecutivos, generalmente en los meses de octubre o noviembre.
En el mes de Abril: Nacional Juvenil de Baloncesto Copa Young People, actividad que se ha realizado durante dieciséis (17) años consecutivos, generalmente en los meses de marzo o abril (durante los primeros días de la Semana Santa)
Gastronomía
La cocina tradicional del Socorro es el resultado de la mezcla cultural de indígenas, criollos y españoles. Se destaca: El tamal socorrano, el mute, la arepa de maíz pelado, la carne oreada, los molidos de maíz o millo, exóticos manjares como las hormigas culonas e infinidad de dulces y conservas, entre las más representativas; La fruta cristalizada y las dulces e inolvidables maizenitas, chocolate casero e igualmente gran variedad de colaciones elaboradas con antiguas recetas que se disfrutan en las distintas panaderías, cafeterías y salones de onces de la ciudad.
Las bebidas tradicionales son:El guarapo, a base de panela y agua. La chicha a base de maíz, el masato a base de arroz. En general en los restaurantes y piqueteaderos del Socorro, encontramos todos los platos tradicionales de la comida santandereana a base de maíz, yuca y platano, se utiliza con gran frecuencia el ají picante.














Historia
Fundación del Socorro
En sus principios, corta aldea y posada de mulas. Pero el terreno en que mucha gente iban construyendo sus casas, tenía dueños: José Díaz Sarmiento y José Archila, vecinos de Vélez, quienes al ver invadidos sus dominios por esta multitud de colonos, gustosamente lo donaron para legalizarles su situación de poseedores irregulares y arreglaran una población que tuviera buen progreso.
Dicha escritura, firmada por los otorgantes en Chanchón el 16 de Junio de 1.683 Fundada oficialmente así la ciudad.
La Revolución de los Comuneros
Se produce en El Socorro el 16 de Marzo de 1.781, considerada la única y verdadera revolución organizada por el pueblo raso de Colombia. Las causas del alzamiento se debieron a un hecho económico seguido de un factor psicológico. Por 1.780 el pueblo pagaba veintinueve impuestos y ya no resistía más. Fuera de esto, los guardas de Rentas, en forma agresiva atropellaban, vejaban y arruinaban cuanto se les presentaba.
“Todo está gravado, el capital y la renta, la industria y el suelo, la vida y la muerte, el pan y el hambre, la alegría y la fiesta”.
La Primera Acta de Independencia
Se produjo y firmò en El Socorro el 10 de Julio de 1810
Etapa de acontecimientos heroicos extraordinarios llena de generosidad y sacrificios, cuando los dirigentes y el pueblo Socorrano unidos en un solo haz de voluntades dieron cuanto tuvieron, "los bienes y la misma vida” para conquistar la libertad republicana.
En éste periodo sucedieron hechos de mucha importancia tanto en el país como en el Socorro y sus hijos fueron los primeros en dar el grito libertario.
Patrimonio Arquitectónico




























Historia de la Construcción
Basílica Menor Nuestra Señora del Socorro




En la relación de esta historia seguiremos muy de cerca a don Aurelio Gómez Parra, quien escribió el folleto “Reseña Histórica de la Catedral”. Conviene recordar, que por el año de 1.872 el Socorro se encontraba dividido eclesiásticamente en dos parroquias; la de Nuestra Señora del Socorro creada en 1.683 por el Ilmo. Señor don Antonio Sanz Lozano, Arzobispo de Santa Fe y la de Chiquinquirá por el Dr. Pablo Francisco Plata, encargado del capítulo Metropolitano en 1.834.
El párroco de Nuestra Señora del Socorro. Dr. Pedro Antonio Castañeda, en vista de que la iglesia amenazada ruina, el 28 de noviembre de 1.869 integró una junta “para la reconstrucción de la iglesia matriz del Socorro” compuesta por cinco principales: Evaristo Azuero, Francisco Hilario Gómez, Donato Vargas, Ramón Gómez y Miguel Uribe, y cinco suplentes: Ambrosio Vergara, Joaquín Gómez, Felipe French, Rafael Otero y Sebastián León, nombró como secretario a don Rafael Uribe Suárez y como tesorero a don Cayetano Ortiz, pero la inesperada muerte del Dr. Castañeda acaecida el 17 de abril de 1.872, entorpeció la empresa.
El sucesor interino, Dr. Carlos Perelló, de origen Francés, convocó una reunión de vecinos, el 17 de noviembre de 1.872, con el objeto de “que debe derribarse la actual iglesia y construirse desde sus cimientos”, idea aprobada y, cuya junta quedó integrada por los doctores Narciso Cadena, Carlos Perelló, Miguel J. Uribe, don Mariano Mujica y Don Francisco N. Azuero.
Así pues, Elda. Perelló trasladó las Sagradas Especies y el cuadro de la Virgen a la iglesia de Chiquinquirá y el 27 de noviembre de 1.872, inició la demolición del antiguo templo. Nombrado párroco del Socorro, el 18 de noviembre de 1.873, El Dr. Moisés Higuera, más tarde obispo auxiliar de Tunja emprendió la construcción de la nueva fábrica el 17 de diciembre del mismo año, “sin mayores dice Gómez Parra, recursos pecuarios, pero secundado por el titánico esfuerzo de los buenos socorranos que en toda forma cooperaron sin desmayos, y han seguido laborando incesantemente, hasta ofrecer a la Virgen el precioso templo donde asienta su trono, como Reina y señora”. Con convites, trescientos pesos de las rentas de diezmos de la parroquia y las contribuciones generosas de los señores: Elíseo Ramírez, Miguel Atuesta, Roque Julio Carreño, Felipe Cote, Francisco Hilario Gómez, Felipe French, Toribio y Ciro Antonio Gómez, Crisóstomo Villareal, Oliverio Vergara, muchos otros y el mismo párroco.
“Los planos de esta obra sigue Gómez Parra, con muchos defectos, como reza algunas acta posterior, fueron levantados en Bogotá por varios alumnos de la Escuela Nacional de Ingeniería y desarrollados por don José Ramón Peña, notable arquitecto.
Como maestro director de la obra figura en principio don Ignacio Bautista, de quien se dice fue retirado por incompetencia, y luego el conocidísimo “don Bonifacio” Vargas de apellido, sencillo artesano, casi analfabeto, pero bueno como el pan y lleno de un sentido muy práctico de ingeniería técnica, nada común, cuya memoria ha quedado grabada con caracteres imborrables en los robustos muros, las esbeltas columnas y el arco carpanel del coro, admiración de cuantos ingenieros lo han conocido, quienes aseguran no supo el buen viejo la obra maravillosa que dejó hecha allí, aún a costa de la vida de uno de sus hijos que, con Roque Serrano y otro cuyo nombre se nos escapa, fueron las víctimas de esta obra gigantesca”.
Reemplazado el doctor Higuera por el Dr. Rudesindo María Castillo, en la visita que el practicó el Vicario el 18 de julio de 1.878,dice entre otras cosas, para explicar el adelanto de la fábrica: “tiene la obra treinta metros de latitud y sesenta y tres de longitud, su pared lateral izquierda así como la derecha se hallan construidas en sus dos terceras partes y a una altura de siete u ocho metros la primera y de cuatro la segunda. Al frente del edificio tiene en esta parte seis metros de altura… El gasto semanal de la obra no baja de cien fuertes, por término medio, que hasta ahora se han gastado más o menos la suma de diez y seis mil pesos”.
El Dr. Filemón Perilla Martínez párroco de 1.882 a 1.890 construyó el atrio. Por cierto, Elda. Perilla dejó constancia de la paz celebrada en la guerra local de 1.884, con la siguiente inscripción en el muro sur del Santuario: “Pax Suscripta fuit tertio idus septembris MDCCCLXXXIV Anno Domini”, cuya traducción es como sigue: “La paz fue suscrita el 10 de septiembre del año del Señor 1.884”.
En 1.890 entró como párroco el Dr. Antonio María Gómez, oriundo de Barichara y permaneció hasta 1.903. fue el paladín de la creación de la Diócesis del Socorro, quien también dejó constancia de este hecho en el muro sur de la catedral: “Ad catedralis honores erecta per Decre Leonis XIII, 20 martii 1.895”. “Prim, ejus Episc. III D. D. Evar. Blanco Die VIII sep. MDCCXCVII Consecra”, cuya traducción al español dice: “Elevada la honor de catedral por Decreto de León XIII el 20 de marzo de 1.895. Su primer Obispo fue el Ilmo. Doctoro Evaristo Blanco, consagrado el 8 de septiembre del año del Señor 1.897”. en la “Gaceta Municipal” del Socorro en 1.897, aparece que los gastos en la construcción de la iglesia desde el primero de enero de 1.891 al 31 de diciembre de 1.896, fueron de $ 35.756.90.
El señor Blanco estableció derechos arancelario de todas las parroquias en favor de la construcción de la catedral. Reemplazado el Dr. Gómez por el Dr. Olimpo José Sánchez (1.903 -1.909), continuó la obra con mayor entusiasmo.
El señor Toro prosiguió la obra secundado por el párroco Dr. Luis Martín Dávila Blanco, “que no ahorró sacrificios, continua Gómez Parra, para ver determinar el santuario de su predilección e inició la obra del grandioso encolumnado de las naves, cuyo costo demandó grandes sumas de dinero, obtenidas a fuerza de brega y tesón. A él se debió la iniciación del sistema de los bazares populares que, año por año, tanto han contribuido a la obtención de fondos para la empresa del templo”.
Nombrado obispo Monseñor Arenas en 1.914, el Dr. Dávila continuó como párroco, “Alma y nervio, informa Gómez Parra, de la catedral en construcción, párroco insigne, cuya memoria debe quedar burilada perennemente en el corazón de todo socorrano, ya que su meritoria labor hizo que la parroquia progresara a pasos gigantescos en lo material y en lo moral, durante este primer períodos de once años (1.909 -1.920) en que no descansó para fomentar la piedad y erigir un santuario digno de la Virgen del Socorro en los corazones de sus feligreses”
TERMINACION DE LA OBRA.
Antes de seguir adelante, traemos cuento esta interesante leyenda sobre la catedral: hasta allí legaba un brazo del mar los viernes santos a la hora de nona aparecía una sirena que mojaba de agua salada el altar mayor.
Continuando con la construcción, después de Dr. Dávila siguieron los párrocos Carlos Julio Posada y Luis Eduardo Ardila ( 1.920 -1.924), dignos también de la gratitud socorrana y nuevamente Elda. Dávila (1.924-1.931). en este período el obispo Medina, hizo reformar los defectuosos planos por el ingeniero Dr. Carlos Camargo, “para lo cual refiere Gómez Parra, se hacía indispensable la simplificación de algunos detalles, sin perjuicio de la esbeltez de la fábrica, tales como la disminución de la altura de los muros, la supresión del cornisón interior, etc.”.
En 1.925 falleció el maestro Bonifacio, quien prácticamente había iniciado la obra y vinieron sucederlo en la dirección, primero el maestro Luis Gutiérrez, después el maestro Paulino Pineda y por último el maestro Bernardo Manrique, quien la terminó y fue condecorado con la medalla de oro, el día de la inauguración en 1.943, por el párroco Dr. Jesús Martínez Vargas.
Sin embargo, la traslación de la sede episcopal a San Gil, efectuada por el señor Median el 27 de mayo de 1.928, trajo como consecuencia la suspensión del auxilio o impuesto diocesano pro - catedral. El Congreso Nacional. Por la ley 53 de 1.927, destinó “la cantidad de treinta mil pesos ( $30.000.00) que será pagada por terceras partes, para la conclusión de la catedral del Socorro”.
Igualmente por el decreto 121 d 1.927, del prelado se creó la junta pro – catedral compuesta por: el párroco, los doctores Ángel María Gómez Arenas y Luis Eduardo Gómez Ortiz y los señores Ignacio Ferreira, Ulpiano Toledo Ardila y Manuel J. Morales.
En abril de 1.931 sucedió al Dr. Dávila, el Dr. Pedro Elías Tapias (1.931 -1.939), “otro infatigable párroco afirma Gómez Parra, que con celo digno de todo encomio y reconocimiento, prosiguió sin dilaciones la obra de sus predecesores y tras una lucha sostenida para arbitrar nuevos recursos, puedo terminar el embovedado del presbítero, primera parte fue bendecida el 19 de marzo de 1.934”. las 27 bóvedas fueron construidas gracias a donaciones de los señores: Heliodoro Orduña, Vicente Jiménez, Manuel Mejía Rosas, Julio Linares, Jesús Franco, Francisco de Asís Gómez, Jesús Camacho. Luis Antonio Martínez, Faustino Sánchez y Eugenio Gómez. Igualmente terminaron las pechinas y la base de la cúpula, cuyos planos, junto con las dos cúpulas frontales, fueron hechos por el ingeniero italiano, de la comunidad salesiana, Dr. Juan Buscaglione.
BENDICIÓN DEL TEMPLO.
n febrero de 1.939 vino como párroco el Dr. Jesús Martínez Vargas (1.939- 1.944), actual obispo de Armenia y de acuerdo con la junta formada por los doctores Ángel María Gómez Moreno y Abelardo Posada, don Julio Poveda y don Manuel Enrique Acevedo, solicitaron un empréstito, que junto con las donaciones de los sacerdotes socorranos, doctores José Manuel Gómez y Roberto S. Gómez, don Julio Linares, Celio Villalba, quien regaló el reloj, dieron término a la cúpula el primero de enero de 1.941 y a las torres a mediados de 1.943, sesenta y nueve años después de iniciada la grandiosa fábrica.
El 1º de agosto de 1.943, según el Dr. Luis Martín Dávila, se procedió a la bendición solemne del templo, con la presencia del obispo de Pamplona, Monseñor Rafael Afanador y Cadena y en “procesión solemnísima relata Luis Martín Dávila se trasladó en triunfo el Amo y Señor Sacramento de la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá a ocupar en el nuevo templo de Nuestra Señora del Socorro su trono de gracia y amor”. Después de la bendición hubo misa pontifical, con asistencia de 25 sacerdotes, Tedeum y el obispo dirigió una bella alocución. El 15 de agosto trasladaron el cuadro de la Virgen a su nueva y magnífica morada, “en medio de una multitud afirma el Dr. Dávila, que no bajaba de 15.000 personas, empezó el desfile en el siguiente orden: la cruz parroquial, las escuelas urbanas y rurales, los colegios de ambos sexos con sendos pabellones, la banda de músicos, carrozas alegóricas en este orden ; la de la Inmaculada de Lourdes, la del colegio de la Presentación, la de nuestra Señora del Rosario y de la Patrona, con sendos estandartes. El Ilmo. Señor Vicario General de la Diócesis, Dr. Don Ulpiano Serrano Gómez, acompañado de numerosos sacerdotes, presidió esta procesión, cuyo recorrido de ida y regreso fue de 6 Kms., por qué ? Sencillamente porque fuimos hasta las Rocas del Terán, donde, según la tradición popular, tuvo lugar el milagro que se representa en el sagrado lienzo y porque allí se ha erigido un monumento, obra del artista Cárdenas y costeado por el gremio de chóferes de la ciudad”,. El vicario bendijo el monumento y el Dr. Dávila llevó la palabra.
En el interior de la catedral se inauguró una placa conmemorativa, de mármol, cuya inscripción dice: “La parroquia del Socorro rinde público testimonio de gratitud a los señores presbíteros D. D. Roberto S. Gómez, D. D. José Manuel Gómez. A la señorita Clementina Pereira d. s. m., a los señores D. Julio Linares q. de D. g. D. Heliodoro Orduña D. Celio Villalba y los declara Benefactores insignias de esta santuario, Socorro, 1io de agosto de 1.943”.
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ALTAR MAYOR DE LA CATEDRAL DEL SOCORRO
ORNAMETACIÓN.
Quedaba pendiente la ornamentación también costosísima y que demandó ingentes gasto. El párroco Dr. Ulpiano Serrano Gómez (1.944 – 1.947) hizo las bancas de madera, el Dr. Pablo Elías Acevedo (1.947 -1.949), trasladó la casa Cural al antiguo palacio episcopal.
“El 6 de febrero de 1.949 prosigue Gómez Parra.
Llegó calladamente a la ciudad “el actual párroco, doctor Carlos Ardila García, a quién pudiera llamarse el apóstol de la catedral. Las gentes conocen el dinamismo de este siervo de Dios. No le teme a la responsabilidad - El Frente de Bucaramanga Cuando piensa hacer, ya está haciendo. Es la acción permanente. Cuando se discutía la forma y materiales del altar, el Dr. Ardila pedía a Italia un bello y costoso altar de mármol. Cuando se creía que apenas lo despachaban el párroco dirigía su instalación. Todo fue obra de momento. Con rapidez vertiginosa el altar mayor y sus dos laterales quedaban definitivamente instalados. Fue aquello prodigio de actividad y de entusiasmo. Exaltar mayor es perfecto. Perfecta su forma y sus líneas de gran colorido y extraordinaria belleza. Está a tono con la grandeza del conjunto y su maravillosa expresión artística alegra el alma del católico que visita la catedral”.
Según los planos del Rvdo., Padre Eduardo Ospina S. J, el párroco Dr. Ardila pidió a la Sociedad Anónima S. Enraux, de Quirceta, provincia de Luca (Italia) el altar mayor, que según el sacerdote Dr. Jorge Ardila es así: “El monumento hexagonal mide 10.80 mts. De altura, incluyendo la cruz bronce del remate, y cada lado del hexágono alcanza a 4.50 mts, porque menores dimensiones se hubieran perdido en la amplitud del presbiterio y de las bóvedas; y si la elegante solidez de la piedra simboliza la fe ferviente y la recia voluntad de los mayores, está clara opulencia del mármol policromado dirá a todos que no pueden extinguirse en el Socorro la luz de la fe y la llama del amor Mariano. El basamento de 0.90 de altura, en verde antiguo contrasta hermosamente con la cornisa que sigue, en amarillo de Verona; sobre esta base y con las mismas dimensiones se eleva un amplio muro de mármol blanco de Carrara, incrustado con entrepaños rectangulares de azul florido que sirven de fondo a ocho columnas de orden jónico, de 1.90 mts., cada una , elaboradas en cipolino verde y que sostienen una moldura volante en amarillo de Verona. Aquí se extiende una plancha amplia bordeada de 26 columnitas en blanco de Carrara, con pasamanos de azul florido, y que forman el corredor de 0.40 mts., de ancho, hasta donde es posible subir, a 4mts., del pavimento. Ahora comienza a disminuir el monumento con tres gradas en blanco de Carrara y planchadas en azul florido, hasta llegar a la base de la cúpula, cuya extensión horizontal es de 3 mts., y está trabajada en Cipolino gris: sobre ellas se levantan seis columnas corintias de 3.40 mts., en blanco de Carrara, incluyendo los plintos que sostiene el domo de mosaico dorado, sobre cornisas de granito rosa, de fondo azul con estrellas doradas. Y bajo esta cúpula, el centro de atracción del monumento, el histórico cuadro de la Virgen del Socorro, sostenido por dos ángeles en caprichosa y elegante disposición que hace resaltar hermosamente los vivos colores del lienzo, entre todo este contraste de luces. Este templete sirve de fondo al altar propiamente dicho que incluye la triple gradería de ascenso y el sagrario, y sólo alcanza a la altura de 2.80mts., y que, colocado a un metro de distancia ante el templete, permitirá observar todos los detalles de la policromía del conjunto. La composición e este altar es bien sencilla: la mesa, de tres metros de longitud y 0.20 cms. de espesor, en mármol blanco de Carrara, está sostenida por seis columnitas dóricas, también blancas, y servirá de asiento al tabernáculo y a los candelabros de bronce bruñido: artística combinación de nieve y oro”.
El altar mayor fue consagrado con toda la solemnidad del Pontifical Romano el 7 de noviembre de 1.951, por el obispo de Socorro y San Gil Monseñor Aníbal Muñoz Duque y los prelados de nueva Pamplona Monseñor Rafael Afanador y Cadena, de Santa Rosa de Osos Monseñor Miguel Ángel Builes y de Tunja Monseñor Ángel María Ocampo y Berrío.
Pero ahí no paró el infatigable párroco Dr. Ardila: después pidió a Italia los altares laterales en mármol blanco y de colores, dedicados respectivamente al Corazón Sagrado de Jesús y a Nuestra Señora del Carmen, consagrados el 17 de junio de 1.953 pro monseñor Pedro José Rivera Mejía. El pavimento, el púlpito, los dos hermosos ángeles que sostiene las conchas para agua bendita, la pila bautismal, el órgano traído de la Casa Temer Bosch Kasselde Alemania, los seis ángeles de mármol blanco sentados candelabros de bronce bruñidos, el busto en mármol del primer obispo de la diócesis del Socorro, monseñor Evaristo Blanco, los vitrales fabricados en Cali, la gran lámpara central para la cúpula con las cuatro adyacentes, las tres puertas de bronce frontales y ahora las laterales, en fin, todo de primera calidad y que concuerde con la bella catedral.
DESCRIPCION DEL SANTUARIO.
Resta describir el santuario que lo dejamos a la docta pluma de don Aurelio Gómez Parra: “Es de forma rectangular con un área de 63 metros de longitud, por 30 de ancho con su capilla lateral del Santísimo Sacramento, y cuyos muros, de metro y medio de espesor, así como el resto de la construcción fueron hechos en sillares de piedra labrada de un tono gris claro, con vistosas vetas en que predominan diversos tonos de amarillo, rojizo y violeta. Su fábrica es del más puro estilo romántico del Renacimiento, de orden toscazo en todos sus detalles interiores y externos. En su elegantísimo y majestuoso frontispicio de 20 metros de altura, lucen seis gigantescas columnas que sostienen el maravillosos cornisón de más de un metro de vuelo, rematado pro airosos tímpano en cruz de grandes proporciones. Presenta en él, en primer plano, la gran puerta principal de estilo corintio muy bello, y dos laterales de orden toscazo; y en segundo término, muestra dos elegantes ventanas rectangulares, de tres metros de altura, y el consabido rosetón o ventana circular céntrica de dos metros y medio de diámetro. Del antedicho cornisón arrancan dos admirables y esbeltas torres, de otros veinte metros de elevación, con sus latos ventanales, coronadas por sendas cúpulas, semiesféricas, un tanto alargadas, en cuya base están incrustadas en graciosos adornos complementarios, las muestras del reloj público, y rematan en atrevidas cruces, cuyos brazos parecen alcanzar el dombo azul del purísimo cielo, como una oración perenne del pueblo socorrano.
“En los costados tiene sendos pares de grandes columnas para sostén de las torres, y las consabidas pilastras toscanas, entre las cuales y del lado sur frontero a la calle 15 se abren seis grandes puertas: dos de orden toscazo…
“El amplio cornisón del frontispicio da vuelta al edificio entero, del cual sobresale también la amplia sacristía, todo cubierto de bóvedas y con su respectiva terraza muy amplia, en cuya parte céntrica descuella como una plegaria muda la mole grandiosa de la enorme cúpula, rematada por una tercera cruz, que tanto embellecen el ya por sí hermosos panorama de la de la ciudad mariana y prócera. Un ventanal de siete metros de elevación de luz al anterior del templo, enriquecido con vistosos vitrales.
“El interior de la futura basílica de la Virgen del Socorro está de acuerdo en todo con la majestad exterior en un grandiosos conjunto de cincuenta y un arcos de medio punto, que sostiene el embovedado completo, los que descansan, ora sobre la cuatro gruesas pilastras de columnas embebidas que sostiene la cúpula, ya sobre las diez elegantísimas columnas sencillas de un metro de diámetro y diez de elevación fuera de los basamentos y de los esbeltos capiteles que las coronan ora, en fin , sobre las pilastras de columnas adosadas que embellecen los muros, propias del estilo general del edificio, cuya nave central mide once metros de anchura, y siete cada una de las laterales”.
La historia de la catedral es la historia de un pueblo, de ancestrales creencias en Dios y en la Virgen de Nuestra Señora del Socorro, con grande espíritu comunitario, ya que uno más y otros menos, pero todos en conjunto ayudaron a levantar este templo, orgullo del pueblo socorrano, que habla muy en alto de su fe en el porvenir.
A continuación, copiamos un fragmento del poema de don Gustavo Morales dedicado a la Catedral, de su “Canto a Ciudad Socorro”:
“LA CATEDRAL”
“Nuestra Señora del Socorro, ingente
Y noble en la galana arquitectura
De su conjunto ser, en la ascendente
Y ágil estructura.
De columnados pórticos que el brillo
De ornamentales formas magnífica,
En la encumbrada cúpula que suaves
Soplos de incienso y lumbre santifican,
En las torres hieráticas y graves
Coronadas de azul y de infinito;
Nuestra Señora del Socorro, grande
En sus recias columnas de granito,
Magna en sus naves, donde el genio expande
Relieves y esculturas,
Sobrio esplendor, donosas miniaturas;
Nuestra Señora del Socorro, austera
Y religiosa en su recinto inmenso,
En la visión de mística penumbra
Que decora sus pétreos lineamientos,
En la devota claridad que alumbra
La eucarística albura de la Sagrario
Y tiñe de solaz recogimiento
Los ámbitos terrenos del santuario”.
Acta de Independencia
Texto Original - tomado del libro SOCORRO CUNA DE LA LIBERTAD del Dr. Ramiro Gómez
La respuesta del Corregidor, lejos de suavizar los ánimos son una contestación franca y generosa, la dio tan ambigua e hizo tales movimientos en los cuarteles puestos a su disposición o por el Excelentísimos señor Amar Virrey de Santa Fe, que con estos procedimientos acabó de confirmar las sospechas. En aquella misma hora se acuartelaron los Alcaldes Ordinario en sus casas, esperando el acontecimiento. Lo mismo hizo el Corregidor, poniendo al día siguiente la tropa Formada y con fusiles en los Balcanes de los dos cuarteles, que estaban el uno frente al otro. Los soldados insultaban entre el día a los vecinos que pasaban por la calle amenazándoles con que les harían fuego; pero como se les contestaba en su misión, no hubo rompimiento hasta la noche del 9, en que los soldados previnieron a un paisano que pasaba por la calle que volviese a tras, y valiéndose de la estrágueme de dar la voz de “fuego” con que creyó el pueblo que la tropa iba atraparle saliendo de los cuarteles se abalanzo hasta aquella calle para rechazar su agresión , y aprovechándose entonces de esta oportunidad comenzaron desde los cuarteles las descargas, sin que los jueces pudieran impedir un choque tan desigual por la situación, por las armas y por disciplina.
Costo mucho para reprimir el valor del pueblo y poniendo en gran peligro la vida; pero el día 10 por la mañana, cuando vio manchada por la sangre de 10 hombres inocentes que murieron a balazos entro en gran furor, que sin embargo, de que el corregidor Valdez se hallaba situado en el Convento de los Capuchinos, donde se le recibió al amanecer, que no tenía agua ni esperanzas de salvarse, trataba la multitud de tomar el Convento por asalto, y pasar a cuchillo a cuantos encontrase, la acción habría sido muy sangrienta; y para evitarlo se intimó por los Alcaldes que los sitiados se rindiese a discreción, lo que ejecutaron.
Los comandantes don Antonio Fominaya o don Mariano Ruiz Monroy con el corregidor, fueron conducidos en medio de las personas mas queridas del pueblo a la Administración de Aguardientes en donde se les ofreció que gozarían de seguridad personal. Todos se les ha cumplido con exactitud y se les ha tratado con humanidad en recompensa de la barbarie y crueldad con que nos habían oprimido por tanto tiempo.
“La sencilla narración de estos hechos manifiesta claramente que al Corregidor Valdez, como procesado por la Justicia, no pudo ni debió después que se le anunció su delito usar de la fuerza militar, si hubiese contado con el poder de las leyes, y con la autoridad del Tribunal a donde dijo que se había ocurrido. Tampoco debió mandar hacer fuego sobre gente desarmadas que no podían ofenderle en el lugar superior donde se hallaba con su tropa; menos pudo temer que se atentase contra su vida, habiéndole ofrecido en los oficios que le Pasaron los Alcaldes Ordinarios dar la Seguridad que quisiese.
“ Restituido el pueblo del Socorro a los derechos sagrados e imprescriptibles del hombre por la serie de sucesos referida, a depositado provisionalmente el Gobierno en el Muy Ilustre Cabildo, a que se ha asociado 6 individuos, que lo son: el Doctor José Ignacio Plata cura De Simacota el Doctor Pedro Ignacio Fernández, don Miguel Tadeo Gómez, Administrador de Aguardientes, don Ignacio Carrizosa, don Xavier Bonafont y don Acisclo Martín Moreno para que les ayuden al desempeño de multitud de asuntos y negocios en que deben ocupase, para defender la Patria de las medidas hostiles que tomará el Virrey de Santa fe contra nosotros, como lo hizo contra los habitantes de la ilustre ciudad de Quito. Pero hallándonos unidos por estrechos vínculos de fraternidad con los ilustres cabildos de los muy nobles y leales ciudad de Villa de San Gil, y siendo comunes nuestros intereses por la repetitiva situación geográfica determinó, en Cabildo Abierto, que se comunique esta Acta a los dichos ilustres Cabildos convidándoles a que manden dos diputados a deliberar sobre el plan y modo de gobierno que debemos establecer, tomando desde ahora las medidas mas activas contra la agresión en se espera de parte de la fuerza militar que tiene en Virrey de Santafé, en cuya lucha el pueblo del Socorro saldrá gloriosamente, mediante la justicia de la causa, el valor y unión de sus habitantes, que en veinticuatro horas derribaron la tiranía de don José Valdés, sostenido con tanto ardor por el Jefe del Reino. Ya respiramos con libertad habiéndose restituido la confianza pública ya sabemos que podemos conservar nuestra Sagrada religión y esta Provincia a su legítimo Soberano al señor don Fernando VII, sin peligro de que los poritos de Godoy, y los emisarios de Bonaparte nos esclavicen dividiéndonos. Y para manifestar a la faz del Universo la justicia y legitimidad de nuestros procedimientos, se circulará esta Acta a los demás cabildos del Reyno. Con lo que quedó concluida esta acta, que firmamos en la Villa del Socorro a 11 de julio de 1.810. José Lorenzo Plata. Juan Francisco Ardila. Marcelo José Ramírez y Gonzáles. Ignacio Magno. Joaquín de Vargas. Isidoro José Estévez. José Ignacio Plata. Dr. Pedro Ignacio Fernández. Miguel Tadeo Gómez. Ignacio Carrizosa. Acisclo José Martín Moreno. Francisco Javier Bonafont. Ante mí Joaquín Delgadillo. Escribano Público y del Cabildo”. ( Tomado del libro “ La Antigua Provincia del Socorro y la Independencia”, de Horacio Rodríguez Plata ). Nombraron presidente al Dr. José Lorenzo Plata.
Para perpetuar la hazaña cumplida por tan ilustres patriotas, la caza de la Cultura hizo grabar una placa en bronce, con los nombres de los firmantes, que se encuentra colocada en uno de los muros de tan benemérita Institución.
A continuación daremos unos breves datos sobre algunos de los de los patriotas firmantes del acta de Independencia:
Dr. Juan Francisco Ardila Plata. Sobre el escribió Rodríguez Plata:
“Colegial de San Bartolomé y doctor en jurisprudencia. Regidor Alférez Real del Socorro en 1.809. Firmó el Acta de Independencia del Socorro y sirvió con destacada actuación a la Junta Suprema de su ciudad natal. Patriota de grandes merecimientos, fue designado por el Gobierno de las Provincias Unidad en decreto de 20 de marzo de 1.816, como segundo comandante de la Legión de Emigrados del Socorro que el Poder Ejecutivo organizó para tratar de contener la invasión de Morillo en las proximidades Puente Real”.
Encontramos la partida de bautismo, que aún cuando no corresponde totalmente al nombre, es la del año mencionado por Rodríguez Plata Libro 4º folio 101:
“Francisco Xavier. En la Parroquia de Socorro en 15 de agosto de 763. el Mtro. Dn Nicolás de Ardila puso óleo chrisma a Francisco Xavier de dos meses, h. 1. De Ignacio de Ardila y Micaela Plata padrino Joseph Martín Moreno, doy fee. Dr. Guzmán”. Hay una rubrica.
Igualmente hallamos este otro libro 5 folio 40:
“Juan Francisco. En la Villa del Socorro en 13 de diciembre de setecientos setenta y dos años, con licencia del propio párroco, bauticé pase óleo y Chrisma a Juan Francisco de tres días, hijo legítimo de don Matheo de Ardila y de Rosalía Arias Santalla padrino don Gregorio Roldán, doy fee. Adrián de Vargas”. Hay una rúbrica.
Joaquín de Vargas está la partida de Bautismo Libro 5º. Folio 170:
Joaquín Joseph. En el socorro en 30 de mayo de 1.774 a.: El P. Pérez bautizó, puso óleo y chrisma a Joaquín Joseph de seis días, hijo legítimo de Bernardo Vargas y Rosa de Ávila. Fueron sus padrinos Adrián de Uribe, y María Petronila Toledo: Doy Fe. Dr. Esguerra” Hay una rúbrica.
Otro Socorrano el Dr. Isidoro Joseph Estévez, Libro 4º. Folio 99 vuelto.
“Joseph Ignacio. En la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro en nueve de noviembre de mil setecientos sesenta y cuatro, bauticé, puse óleo y chrisma a Isidoro Joseph Ignacio de seis días, hijo legítimo de Don Pedro Ignacio Estévez y Luisa Pérez Monsalve. Fue Padrino Don Joseph Alcalde Doy Fee. Dr. Joaquín de Esguerra Calbo de la Riva”. Hay una rúbrica.
Murió igualmente en el Socorro, libro 4º. Folio 41 vuelto:
“Dr. Isidoro Estévez. En la Villa del Socorro a diez y nueve de febrero de mil ochocientos veinte, di sepultura al cadáver de D. D. Isidoro Estévez, esposo de Da. Manuela Martín Moreno. Se le administraron los Santos Sacramentos. Doy Fee Francisco Jaxier Martínez”. Hay una rúbrica.
Sobre el Sacerdote Socorrano Pedro Ignacio Fernández copiamos en primer lugar, el enlace de los padres, Libro 2º. Folio 59:
“Don Ignacio Fernández Saavedra, da. María Simona Martín Nieto. En la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en 14 de febrero de 52, yo el Dr. Dn. Luis de Guzmán comuniqué y di licencia al Maestro Don Miguel García que casó y veló in faciae Eclesiae a Don Ignacio Fernández Saavedra, con Da. Simona Martín Nieto. Confesaron y Comulgaron. Se Examinaron en la doctrina Xptiana. Fueron padrinos Don Sebastián Franco y Da- Catharina Pereira. Doy fee. Dr. D. Luis de Guzmán. Hay una rúbrica.
Luego la partida de Bautismo del Padre, Libro 2º. Folio 173 vuelto.
“Ignacio Xavier. En la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en tres de febrero, de mil setecientos treinta y siete años, yo el infrascrito Cura, y vicario bauticé, puse óleo, y chrisma, a un niño, recién nacido, a quien puse por nombre Ignacio Xavier, hijo legítimo del Capitán de Infantería Española Don Salvador Fernández de Saavedra, y ana rosa Domínguez. Fueron sus padrinos Don Juan Maldonado de la Zerda y Juan Petronila Domínguez. Testigos el Mtro. Don Francisco de Oses y Matheo de Ardila Sarmiento. Doy fee. Dr. Don Joseph de Vergara Azcarate y Dávila”. Hay una rúbrica.
El Cura Fernández fue un personaje muy importante en la Vida Socorrana. Nombrado vocal de la Primera Junta de Gobierno del Socorro, a raíz de la revolución del 10 de julio, fue uno de los Sacerdotes encargados de consagrar al “Obispo Rosillo”. Precisamente el doce de febrero de 1.799 confirió poder al Dr. Agustín Ignacio Vélez de Santa Fe, “para que se presente ante el Sr. Provisor, Vicario General y gobernador del Arzobispado de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la ciudad de Santa Fee y saque las testimoniales de los méritos que tiene contraídos en todo el tiempo del ejercicio que tuvo de cura propio de quatro beneficios que obtuvo por oposición y en la misma conformidad para que pueda presentarse ante los Señores de Real Audiencia,, ante el Excmo. Sr. Virrey Del Reyno, Cabildo Secular, y demás tribunales que hallare por conveniente sacando los informes necesarios y convenientes a dho. Sumario, a fin de que con estos documentos pueda ocurrir al Rey Nuestro Señor, que Dios guarde, en solicitud de la gracia de una media.....ración entera, canonjía y dignidades del Coro de dha. Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Santa Fe o en otras catedrales que hallare por conveniente...”
En cuanto a don Ignacio Carrizosa, la partida de matrimonio el libro 5º , folio 1 vuelto, hace una rápida descripción sobre él :
“Dn. Ignacio Carrizosa y de Maria Magdalena Moreno, velados en dispensa. En LA Villa de Nuestra Señora del Socorro a veinte y uno de agosto de mil setecientos noventa y nueve. Yo el D. D. Marcos José Moreno de la Parra cura y vicario, en vista del despacho nombrado por el Dr. Dn. Pedro Echeverri su Fha. En Santa fe a veinte de junio de este corriente año en que dispensa el parentesco de tercero con cuarto grado de consanguinidad, con que se hallan ligados Dn Ignacio Carrizosa feligrés de Barichara , hilo legítimo de D. Martín Carrizosa y de Dn María Magdalena Moreno de la Parra, hija legítima de D. Juan Moreno de Arroyo, y de Dn María Petronila de la Parra; y habiendo resultado nuevo impedimento de la trina canónica, confesados y comulgados, o intimada la penitencia espiritual , presenció su matrimonio que contrajera in faciae eclesiae por palabras de presente según orden de N. S. M- Y de bendiciones nupciales por el R. Rdo. Padrino D. Antonio Guerrero y de Manuela Moreno. Testigos D. Rafael Carrizosa, y Eustaquio Velasco. Doy fee. Dr. Marcos Josef Moreno de la Parra”. Hay una rúbrica.
Otro de los signatarios fue don Acisclo Martín, cuya partida de bautismo reza, libro 4º folio101:
“Acisclo. En la Parroquia del Socorro en 19 de noviembre de 757; yo el Dr. Dn. Luis de Guzmán, cura propio bautizó puso Óleo, y chrisma a Acisclo Joseph, hijo legítimo de Francisco Martín Moreno, y Rosalía Ardila, fue madrina Joseph González. Doy fee. Dr. Dn. Luis de Guzmán”. Hay una rubrica.
Otro fue don Francisco Javier Bonafont, cuyo óleo dice, libro 4º folio 83 vuelto:
“Francisco Xavier. En la Parroquia del Socorro en 29 de enero de 763. el Dr. Dn. Lorenzo de la Zerda puso óleo y Chrisma a Francisco Xavier, de 2 meces h. 1. de Dn. Carlos Bonafonte, y de DC Francisca Xaviera Zerda, su padrino el Dr. Dn. Policarpo Joseph Camacho, doy fee. Dr. Guzmán”. Hay una rubrica.
Toda la genealogía de don Francisco Javier Bonafont figura en la biografía del Dr. José Ignacio Bonafont casó en primeras nupcias con dona Luisa Plata, hija de don Salvador Plata. Fueron hijos de este matrimonio Socorro, Joaquín y Gaspar, muerto a temprana edad. En segundas con doña Ana Joaquina García, con estos hijos Carmen y Antonio. Falleció el 23 de junio de 1.828.
Sobre el Escribano del Cabildo don Joaquín Delgadillo, tenemos toda la genealogía. En primer lugar la partida de bautismo, libro 4º, folio 131:
“Justo Joaquín. En veinte, de julio, de sesenta, y quatro años. Yo el cura theniente bauticé, puse Óleo, y chrisma, a Justo Joaquín, recién nacido, hijo legítimo de Dn. francisco Delgadillo, y Da Rosa Garnica. Fue su padrino Dn Francisco Cristóbal de Vergara. Doy fee. Dr. Dn. Lorenzo Maldonado de la Zerda”.
Hay una rubrica.
Continúa el matrimonio de don Francisco Delgadillo y doña Rosa Garnica, libro 2º sin foliar:
“Francisco Delgadillo y Rosa María Garnica. En la parroquia de Ntra. Señora del Socorro en ocho de octubre de mil setecientos y cuarenta y cuatro años. Yo el Dr. Dn. Vicente Fernández de Heredia theniente de cura casé y velé in faciae eclesiae a Francisco Joseph Delgadillo, hija legítima de Gerardo Delgadillo y de Luisa de Olarte, con Rosa María Garnica, hija legítima de Pedro de Garnica y de Francisca Xaviera de Meneses, de quienes constó la libertad y no resultó impedimento y se dispensaron las tres canónicas mencionadas por causa y privilegio del Rdo. Pe. Joseph Pases de la Compañía de Jesús Misionero Apostólico y actualmente exerciendo la misión de dha. Parroquia. Fueron padrinos Manuel Gonzáles y de Luisa María García de Cabrera, fueron testigos Cristóbal Gómez Rubio, sacristán y Ignacio de Arroyo. Doy fee. Dr. Dn. Vicente Fernández de Heredia”. Hay una rubrica.
Así reza el matrimonio de los padres de doña Rosa Garnica, libro 1º, sin foliar,:
“Dn. Pedro Garnica y Francisca Xaviera de Meneses. En la Parroquia de Nuestra Señora del Socorro en veinte u nueve de junio de mil setecientos y siente u siete. Yo el nuestro. Dn. Nicolás Rodríguez Terán teniente de cura desposé por palabras de presente a Dn. Pedro Ignacio Luis Garnica y a Francisca Xaviera de Meneses. Testigos Dn. Antonio Aguayo y Gala garza y Lorenzo de Arenas. Doy fee. D. Nicolás Rodríguez”. Hay una rubrica.
Prosigue el bautismo de don Francisco Delgadillo, libro 2º, sin foliar:
“Francisco Joseph. En la parroquia de Nuestra. Sra. Del Socorro en dos de enero de mil setecientos diez y ocho, Fray Alexandro de Cobos del Orden de Predicadores, de licencia parroquial, puso óleo y chrisma a un niño llamado Francisco Joseph, edad quatro meses, hijo lexmo. De Gerardo Delgadillo y Dona Luisa de Silva y Olarte, que bautice con necesidad el Nuestro. Dn. Antonio de Lamo. Fue su padrino Silvestre de Vega y porque conste le firmó. Fr. Alexandro de Cobos”. Hay una rubrica.
Sigue el matrimonio de don Gerardo Delgadillo y doña Luisa de Silva y Olarte, tía abuela del mártir de la revolución de los Comuneros Isidro Molina, libro 10, folio 168:
“Gerardo Delgadillo y Dona Luisa de Silva. En la ciudad de Nuestra Señora del Socorro en nueve de diciembre de mil setecientos y catorce años, yo el Dr. Dn. Juan de Bustamante Quixano cura y Vicario de dha. Ciudad. Desposé por palabras de presente que hubieren verdadero matrimonio a Gerardo Delgadillo y a la Señora Luisa de Silva estando presente el Notario. Fueron sus padrinos Dn. Martín de Uribe Salazar y por que conste lo firmo. Dr. Dn. Juan de Bustamante Quixano”. Hay una rúbrica.

“La Provincia del Socorro, siempre fiel a su legitimo soberano y constantemente adicta a la causa Nacional a sufrido por el espacio de un año al corregidor José Valdez Posada que con una actividad y se lo sin igual a querido sostener entre nosotros las máximas del terror y espanto dignas del infame favorito Godoy. A la justa indignación de los habitantes de esta Villa y de los lugares circunvecinos que se auxiliaron brilló por fin la noche del día 9. así algunos días que se actuaba sumario por los Alcaldes ordinarios Doctor Don Lorenzo Plata Y Doctor Juan Francisco Ardila y contra el corregidor, en que resultaba ya plenamente probado que meditaba poner en ejecución una lista de proscritos. En la noche del día 7 aumentó el espanto con el denuncio que se dio con un Juez, de que de sus partidarios don Manuel Entralgo y Don Marcelino Martín, habían dicho en San Gil que las principales cabezas destinadas al cuchillo era la del Alcalde Ordinario Doctor LORENZO Plata y la de Don Miguel Tadeo Plata Administrador de Aguardientes. En el instante se le paso oficio por los jueces diciéndole francamente lo que resultaba, y la desconfianza en que se hallaban de ser degollados a sangre fría; que les diesen alguna seguridad personal, mientras su Alteza determinara sobre el asunto, según se lo suplicaron en el recurso que pendía ya aquel Regio Tribunal.